2/5/11

a Cuba, un Havana Affair (me enamoré de una isla!)

No puedo explicar cómo nació mi fascinación por ese pedacito de tierra que nada en el Caribe. El romanticismo de la idea comunista, la nobleza guevarista, la deliciosa cultura. Sin dudas un verdadero sueño pisar esas costas...
En Julio de 2008, en una conversación de lo más cotidiana con mi mamá, ella me comenta que se había enterado de un congreso de comunicación en Santiago de Cuba, y que en dos semanas vencía el plazo para la entrega de trabajos aspirantes a participar. Como loca, le insistí para que mandara lo que sea que tuviera en condiciones, porque no sólo iba a ir sino que yo iba a ir con ella. Y ese fue sin saberlo el día 0 de ese viaje tan esperado. Al poco tiempo llegó la noticia que quería: el trabajo había sido aceptado, "ahora tenemos que viajar" me dijo. Y lo hicimos.
Los sellos en mi pasaporte indican que salí hacia Cuba el 14 de enero de 2009 para regresar el 29 del mismo mes. Pasaporte que fue concebido para ese viaje, con el tiempo justo, sin lugar a ningún tipo de inconvenientes en el trámite. Épocas ya antiguas de trámite en la policía federal.
Nuestro vuelo fue BA - Lima - San José de Costa Rica - La Habana. Llegamos a la isla de noche, observando las pocas luces que se encienden en la noche habanera. Larga espera por nuestro equipaje, con el tiempo suficiente para fantasear con todo tipo de problemas al respecto, un parco control aeroportuario, y ya estábamos oficialmente en la tierra de Fidel.
La primera emoción fue reencontrarme con Nati, mi prima que estudia medicina en la isla hace ya 4 años, lo que es una experiencia académica y personal inagotable.
Cambiamos algo de dinero en el aeropuerto (Euros a CUC, la moneda cubana para el turista internacional, distinta en aspecto y cotización al Cubano Nacional, la moneda local, una esquizofrenia económica insólita). Nos tomamos un remis hasta el barrio Miramar de La Habana donde nos esperaban Chacho, un amigo de mi abuelo, escritor, exiliado de la época de la dictadura, que ahora trabaja en la embajada argentina, y su esposa Tere, profesora de filosofía marxista en la Universidad, (30 años menor que él, a ojo)... bien clara la postura política del hogar, no?
En la esquina de su casa, la calle se corta en T con otra, y en esa intersección aparece la fachada del Teatro Karl Marx... hermoso, estábamos en Cuba!
Muy amables al recibirnos Chacho y Tere, nos hospedaron en una habitación muy cómoda, nos despertaban todos los días con el desayuno en la mesa, café cubano rico rico rico, y por las noches un mojito bieen casero hecho con las hojitas de la hierba buena q crecía en la casa... rico rico ricooo!

La Habana es simplemente bella. Bastante grande, muy tranquila. Quedé totalmente cautivada por La Habana Vieja y la Plaza de la Revolución, lugares a los que terminaba yendo todos los días que estuve en esa ciudad. Hay interesantes recorridos para armarse y conocer los lugares mas sobresalientes pasando por calles y barrios muy locales para respirar un poco de la realidad actual de este histórico lugar. La Universidad, los parques, museos y bibliotecas que escoltan la Plaza. Llegando desde cualquier punto se comienzan a ver los emblemas que avisan la cercanía de la Plaza de la Revolución, el edificio del Ministerio de Defensa con la clásica imágen del Che de Korda (al que hoy acompaña una imagen de Camilo Cienfuegos), el Teatro Nacional, la escultura de Martí con su pseudo obelisco por detrás y la bandera cubana flameando en lo alto. La Plaza en si es un playón inmenso, vacío de multitudes casi parece desconocido después de haberlo visto sólo en fotos o imágenes históricas repleto de gente y banderas. Sin dudas un momento mas que emotivo y con un magnetismo que hacía que todos los días encontrara una excusa para pasar por ahi.
El casco histórico o la Habana Vieja es poética, parece una obra de arte viva, y llegar a ella por las calles bordeadas de caserones carentes de todo mantenimiento sólo me recordó imágenes de la Europa en guerra: construcciones a medio venir abajo, ventanas incompletas por donde se mete la luz del día y la inevitable curiosidad a descubrir un interior tan carente como su fachada. Sólo prestando atención se encuentra entre las casas almacenes con largos mostradores de poca mercadería donde los lugareños se acercan con su libreta en mano para conseguir la "ración" correspondiente. No hay grandes marquesinas, ni luces anunciándolos. No hay "promos", ni 2 x 1, ni 70% de descuento en la 2da unidad... Lejos de los shoppings, las peatonales comerciales, los hipermercados y las megatiendas, se comprende y en lo personal se acuerda, con que lo material se puede resumir solamente en las necesidades reales y no las vendidas.
La carencia general debido al bloqueo económico y al impedimento de conseguir productos que no sean fabricados en el país, un país-isla, con terreno escaso y poco apto para la mayoría de los cultivos posibles en el continente. La isla se debe abastecer de lo que la isla produce, y su potencial es muy limitado. A eso se agregan pocos productos exportados de naciones "amigas" del régimen, China, Vietnam, para productos alimenticios, Canadá para los modernos buses urbanos ("guaguas"), y poco más.
El edificio del Capitolio, imponente, a imagen y semejanza de su par yanki, rodeado de este contexto es una imágen que se define por si sola. Vendedores ambulantes y grupos turísticos son la fauna del lugar. Enfrente una suerte de galería de comercios varios locales y comederos públicos, llenos de gente a la hora del mediodía, en una versión caribeña de "hora pico" que da gusto.
Plazoleta de por medio se deja asomar La Floridita, tradicional restorán de la lista predilecta de Hemmingway. Por su costado se baja hasta la Plaza de Armas por una colonial y hermosa callejuela. Sobre uno de sus laterales hay varios puestos de libros usados que fueron nuestra perdición. Sobre el extremo que da a la costa hay un castillo, la Fortaleza de la Real Fuerza, un lindo paseo, y una hermosa vista desde sus torres.
Hay otras dos plazas que merecen visita y batería/rollo de la cámara de fotos: la Plaza de la Catedral, con la bella iglesia y balcones del Palacio del Marques de Arcos y el Callejón del Chorro; y la Plaza San Francisco de Asis, con el antiquisimo convento de un lado, y el edificio de la Lonja de Comercio, que tiene un siglo "nada más".
Un pintoresco y curioso paseo es el Callejón de Hammel. Un pintor cubano, don González Escalona se encargó en 1990 de "lavarle la cara" a este callejón habanero en una obra de arte tributo a la cultura afro-cubana. Colores, formas, personajes y frases se mezclan en paredes, suelo, fuentes y bancos.
Párrafo aparte para La Bodeguita del Medio... la pintoresca y por demás apacible calle Empedrado es interrumpida por el son que sale de las puertas de este lugar. El clásico cartel que asoma hacía la calle, pequeño pero memorable e inmortalizado en cuadros, láminas y fotos por el mundo, y el estilo marca registrada de la "decoración" caracterizado por los escritos de sus paredes, de ilustres desconocidos (como quien escribe, por supuesto) y celebres personajes de la talla de Pablo Neruda o Salvador Allende, y fotos de artistas y protagonistas de nuestra historia actual, como Sabina o Maradona. La noche que fui a cenar junto a mi prima y mi mamá, entramos por el estrecho pasillo de la puerta "del costado" ya que el portón principal que une la barra principal con la vereda estaba lleno de gente rodeando una armoniosa voz que cantaba acompañado de algunos músicos "Dos Gardenias"... dimos vueltas por el lugar para elegir finalmente nuestra mesa en una de las habitaciones del caserón. Del menú poco me acuerdo, salvo que me encantó, no muy diferente al resto de los lugares donde comimos, y algo que me gustaba a cada paso eran los frijoles negros. El individual que viste la mesa es un lindo recuerdo para llevarse del lugar, y hoy por hoy decora mis paredes.

Otro evento nocturno que vivimos en La Habana fue "cruzando el charco". Todos los días a las 9 de la noche en el Parque Histórico Militar Morro-Cabaña que está bahía de por medio frente al Malecón, se lleva a cabo la Ceremonia del Cañonazo, que semeja el disparo que marcaba la hora de cierre de la muralla que rodeaba la villa. Hay en el parque bares, un restoran, varias salas que explican la historia del lugar y la ceremonia. Los protagonistas están vestidos a la usanza de la época, y lo mejor sin duda, la vista que se tiene de La Habana nocturna, q escasamente iluminada permite disfrutar del cielo estrellado.
Nuestra última mañana habanera fue para una caminata por el barrio de Miramar, por la costa, y de regreso nos metimos en un "super" donde para mi indignación de mis amigas adictas a cierta bebida cola descubrí que ahi era más barata que en el hiperinflacionario bar del hospital!
Dejamos La Habana rumbo al otro extremo de la isla, Santiago de Cuba, en un larguísimo viaje en colectivo/bus/guagua. Cruzamos toda la isla viendo al paso como cada metro de tierra está o construido o sembrado, ni hay margen de desperdicio! Y por qué no recordar la "banda de sonido" que tuvo ese viaje... 9 horas de intenso reggaeton y perreo en una sucesión de videos que por momentos temimos que nunca iba a terminar.


Santiago es una ciudad linda, grande como La Habana, con una pintoresca Plaza de la Revolución dominada por una inmensa escultura de Martí en plena batalla. Nos hospedamos en un hotel muy cercano al centro de convenciones donde se hacía el Congreso al que asistía mi mamá (cabe recordar que ese Congreso era la razón del viaje!). Yo ni lerda ni perezosa me colé en la comitiva y estaba acreditada como "visitante" por lo que podía sumarme a todas las actividades extra académicas, que son como en todos los Congresos de todas las disciplinas, las mas interesantes. Así fue como recorrimos la ciudad, la plaza principal frente a la catedral que curiosamente se erige sobre una galeria. Es una ciudad con muchas lomas, subidas y bajadas intensas para la caminata, pero generosas de paisaje.
También fuimos al Castillo del Morro, una hermosa fortaleza, hoy restaurada y mantenida a museo. Otro paseo que ligué fue a la Iglesia de la Virgen del Cobre, alejada de la ciudad, cercana por supuesto a una mina de cobre, que fue alzada por los mineros del lugar y que aún hoy en día sigue siendo lugar de peregrinaje obligado a todo promesante, por lo que las espaldas del altar están llenas de objetos dejados por los fieles en agradecimiento.
La "movida nocturna" fue breve, pero sabrosa, como no podía ser de otra manera! Un gran lugar, La Casa de la Trova. Un gran salón con mesas que miran a un pequeño escenario, y balcones para disfrutar de la música al aire fresco de la costa caribeña. Otra noche de juerga fue una fiesta que brindó la organización para los asistentes al Congreso, cena-chow en un hermoso hotel a las salidas de la ciudad.
El itinerario marcaba regreso a La Habana para ir hacia Varadero. El medio de transporte era avión, o mejor dicho avionsucho. Por dificultades técnicas se reprogramó nuestro vuelo y eso nos detenía casi todo el día en Santiago, y en compensación la línea aérea nos trasladó a un hotel 5 estrellas de la ciudad. No reímos de Janeiro disfrutando por unas horas las comodidades del lugar.
El tardísimo regreso a La Habana complicó la llegada a Varadero porque era muy tarde y estábamos verdaderamente fastidiadas de las idas y vuelta del aeropuerto. Ahi empezó una vida que desconocía totalmente, la vida "all inclusive". Después de 10 días de caminatas y comida medida, sinceramente la vida de buffet diente libre, cómoda habitación con salida directa al mar o la pileta (por las dudas...), y vida pajera-playera fueron muuy bienvenidos, después de todo eran vacaciones... y en mi (segundo) primer año de residencia! Pero al tercer día ya era aburrido y monótono. Empezamos a salir a recorrer el pueblo de Varadero, con bellísimas y solitarias playas en el "centro", mucho mercado artesanal, callecitas, casas, tranquilidad. Hermoso. Muy cerca de Varadero está Matanzas, que lamento no haber aprovechado a conocer... todavía!
Las noches fueron muy tranquilas, disfrutando de algunos de los shows de los hoteles, los tragos de barras libres, pero hay opciones para descocarse un poco mas saliendo de la zona de hoteles, yendo al pueblo o a otros pueblos cercanos.
En mi paso por la isla no podía dejar de visitar Santa Clara, última morada del Che Guevara, donde fue "mudado" desde Bolivia en el ´97.
El recorrido incluyó también la visita a Cienfuegos, y la bellísima Trinidad. Esta última por si sola es la razón por la que voy a volver a la isla. Apenas la pisé, me enamoré (más de uno se sentirá identificado!), y junto con uno de mis compañeros de excursión coincidimos en el comentario casi a coro: "es igual a Purmamarca!". Los colores, el cielo, las calles, las fachadas... cambien el cerro de los Siete Colores por el Mar Caribe, esa es Trinidad.
El pueblo de Santa Clara formaría parte del recorrido obligado por el país si no fuera por la Plaza Mausoleo del Che Guevara . Una plaza coronada por una estatua de Ernesto Guevara De la Serna, bajo la cual se extiende un museo con abundantes elementos personales y manuscritos que relatan y grafican su historia y me emocionaron hasta las lágrimas. Luego de recorrer el museo, pasamos a un salón alumbrado de manera muy ténue, frío, colmado de placas de bronce, donde descansan sus restos... Sentí en la piel la certeza de estar en un momento personal histórico.
Después de esto, el regreso a Varadero, La Habana y posterior y leeentamente a la Argentina es meramente anecdótico.
Este viaje marcó un antes y un después en mi vida. Por el anhelo inesperadamente conseguido, soñado por años pero concretado en muy poco tiempo. Con la compañía de mi mamá, que de ser posible sólo lo hace más significativo.
Desde el último minuto en suelo cubano comenzó la cuenta regresiva para mi regreso...

21/2/11

a Cusco y Bolivia!



Después de años soñando hacer este viaje, meses planeandolo, finalmente, en agosto de 2010 llegó la hora de vivir dos semanas de mucha felicidad y experiencias inolvidables.
El real puntapié inicial de esta aventura fue el 1ro de enero cuando me encontré en el aeropuerto de Cba con Vale, una gran ameega que hacía años no veía y estaba partiendo a BA para tomar el avión a Lima... casualmente (?) teniamos el mismo vuelo hacia BA donde lo mejor q hicimos después de ponernos al día fue organizar el reencuentro a su regreso. Dos semanas después estaba en el living de mi dpto, colorada por el sol, agotada por el recorrido y con una sonrisa q le daba dos vueltas a la cara. Estaba feliz, y sembró en mi la decisión de hacer de una buena vez el viaje q tantos años deseé.
Primer "obstáculo" fue que la mayoría de mis amigos ya habían ido en otro momento, eso al principio me desanimó, hasta q un pensamiento q creo q marca un antes y un después en mi vida se iluminó, "el no tener con quién ir, no va a ser la razón para no ir a ningún lugar del mundo". Y así fue, empecé a trabajar horas extra y ahorrar mi presupuesto armado en base a los relatos de mi ameega, que era la fuente mas actualizada de todas.
Para mi gran sorpresa algunas semanas antes de partir, ya con los pasajes comprados, dos amigas, Lau y Nu, me dicen "Nos vamos con vos!". Se les abrió tiempo en su agenda laboral, y la oportunidad fue mas q aprovechada, no sólo se fueron conmigo, se fueron antes que yo!
Como todo viaje, empieza con un día 0, una cena y borrachera la noche previa al vuelo, que hizo que me quedara dormida sin haber hecho la mochila, por lo que me vi corriendo en la madrugada porteña hacía mi casa, metí lo primero que encontré en la mochila, y sin perder más tiempo repasé lo que no podía faltar: pasaporte, plata, y listo. Todo lo demás se arregla. Asi fue como me olvidé casi todos mis artículos de higiene por ejemplo. Una desgracia con suerte, porque resultó ser que tanto en Perú como en Bolivia, todo ese tipo de artículos salían mucho más baratos que en Argentina...

Empecé en Cusco (vuelo BA-LIM-CUS 400 usd), donde me encontré con las chicas y nos instalamos en el mismo hostel en q estuvieron previamente la Vale y antes la Viki, para continuar la tradición (Hostal Felix, calle Procuradores al fondo, 15 soles por día). 
Recorrimos la ciudad, es hermosa! Comimos en un lugar de comida china alejado del centro, muy bueno y mas económico q los lugares cerca de la plaza de armas. Como siempre la clave es recorrer: 12 soles el menú (entrada+plato+bebida). Y a la noche ya salimos de joda, a dos bolichongos q estaban en la esquina, uno al lado del otro (Mithology e INk team), así q ibamos y veníamos. Cuando no nos gustaba la música o los chicos de un lugar, nos ibamos al otro y así, tooda la noche! Al otro día hicimos un tour x la ciudad (Valle Sagrado, muy recomendable, y si pueden haganlo sin tours porque Pisaq y Ollantaytambo son dos pueblos hermosos y se merecen mucho tiempo para recorrerlos). El tour contratado en una agencia frente a la plaza de armas nos salió 30 soles por persona. 





A la noche viajamos al lago Titikaka, hay dos pueblos, uno del lado peruano, Puno (bus 15 a 20 soles aprox) y donde la atracción aparte de ver el amanecer, fue ir a la Isla de los Uros (15 soles). De regreso almorzamos un delicioso Ceviche (25 soles) y partimos rumbo a Copacabana (bus 20 soles). 
Ese lugar es lo mas lindo que vi en mi vida, en especial la Isla del Sol. Nos hospedamos en el hostel 6 de agosto (20 bolivianos por noche). Una cena a todo trapo con entrada, plato, postre, bebida = 50 bolivianos, riquísimo.


Al día siguiente hicimos el tour a La Isla del Sol, q en total nos salió 55 bolivianos (entre los viajes del catamarán y las entradas q te cobran en la isla). Ahi caminamos como 6 hs de una punta de la isla a la otra. Los paisajes que brindan las playas y acantilados de la isla, y la inmensidad del Lago Titikaka, con un azul profundo, con Los Andes a lo lejos... es simplemente inigualable. Fue una imagen que me cautivó plenamente. 
Copacabana es muuuy lindo! Conocimos a un grupo de franceses (siete en total) q viajaban en bicicleta! Habían empezado 11 meses atrás dando "una vuelta" por Francia, después España, luego se tomaron un barco durante un mes y medio (!!) hasta Buenos Aires y ahi empezaron a subir. Hablaban un español perfecto, trabajaban haciendo malavares en las calles y escuelas, dormian en iglesias y clubes donde los alojan gratis, o acampando. Fantásticos! Toda una experiencia para un antropólogo o sociólogo, porque eran una mini comunidad con roles y una dinámica muy particular. Lo mas recomendable si se dispone de tiempo es pasar la noche en la isla, la noche en el pueblo fue bastante tranquila.


De Copacabana nos fuimos a La Paz (bus 25 bolivianos). Como toda ciudad capital, no es de lo mas lindo, muuuuucho quilombo, muucho tránsito, complicado con millones de puestitos de lo q se te ocurra (desde mp3 y pen drives a frutas y carne-pescados-pollos) en la mismísima vereda. Por todos lados comimos de todo! probabamos todo, todo me gustaba, y por suerte ninguna se enfermó. 
Ahí paramos en el hostel mas famoso de la gringada del hemisferio norte, se llama Loki, está bueno, pero demasaido gringo para mi gusto (50 bolivianos por dia, incluye internet libre y desayuno). Ahi festejamos mi cumpleaños, fuimos a bailar con los chicos del hostel y nos divertimos muchisimoooo (Blue Disco, muy divertido, pero una politica pro turista anglo no muy agradable: no pasaban música latina!). Al otro día, o mejor dicho a las 2 hs de haberme acostado me fui a mi excursión tan esperada del Camino de la Muerte. Algo q vi en Discovery Channel hace como 10 años y siempre quise hacer. Es un descenso en bici x una montaña, durante 65 km. Tipo el camino viejo de la cuesta del dique, curvita tras curvita en camino todo de tierra y del ancho de una sola mano... no pasan dos vehiculos al mismo tiempo. Y tiene ese nombre tan simpático porque se viaja siempre al lado del mismisimo abismo, y tiene un promedio como de 3 muertos por cada kilómetro. Pasa q vas a las chapas, y el camino te desestabiliza la bici muy fácilmente, cuando terminás te duelen mas los brazos q las piernas para que tengan una idea. Se puede hacer bien, disfrutarlo mucho sin siquiera caerse ni una sola vez, como lo hice yo! Muuy feliz. Las chicas no lo hicieron porque les daba mucho miedo. Conmigo fueron dos franceses... sordomudos! Así que las charlas eran por escrito... en inglés! Muuuy loco. 





Todo asi, al extremo de la aventura. El tour salió 71 usd, incluye el equipo de bicicleta y la bici, muy buenos, snaks del camino, almuerzo y ducha al final del recorrido, cd con fotos, medio pelo, y bus de regreso a La Paz. 

De La Paz partimos rumbo a Oruro a tomar un tren a Uyuni (bus a Oruro 20 bolivianos, tren 52 bolivianos). En ese viaje ibamos sentados atrás de una pareja de chicos q viven en mardel, surgieron varios conocidos en común x supuesto, y tb conocimos a un irlandés q viajaba solo, asi q hicimos grupete los 6 y cuando llegamos a Uyuni contratamos juntos el tour del Salar. Pasamos la noche en un hostal en Uyuni, por 25 bolivianos, y el tour lo regateamos hasta 80 usd... todas las agencias son igual de malas, mi mejor consejo es no elevar las expectativas, y creer la mitad de lo q te venden, es la única forma de no terminar con un gusto amargo.









El salar es un lugar increible. El mas grande del mundo, de esas cosas q se ven desde la luna y cosas asi. Es un desierto inmenso de sal, q en el verano cuando llueve tiene como una capa constante de agua q refleja el cielo perdiéndose el horizonte. Muy lindo. Ahi es típico hacer las fotos locas jugando con la perspectiva. Ese tour duró tres días, primero el salar, dsp unas lagunas locas de colores raros x los minerales del agua, tóxicas para la gente, llenas de flamencos tipo la Laguna Brava, y unos volcanes, todos paisajes como de otro planeta. Encima esos días nos tocó luna llena q salía re temprano a la tarde y parecía algún planeta de la Guerra de las Galaxias por los colores del cielo, el desierto, el sol, la luna. Muuuuy lindo. El inconveniente es q ibamos cada vez mas arriba, llegamos a los 4900 metros sobre el nivel del mar y hacía mucho frío, el último día amanecimos con -18 grados!!! 




Teníamos toda la ropa encima!! Al terminar esa excursión estábamos en la frontera con Chile y el desierto de Atacama. Ahi me separé de las chicas, ellas siguieron para allá y yo empecé a volver hacia Cusco... Lo q me tomó casi 24 hs por caminos y colectivos de lo mas variado. Pero estaba tan cansada que la peor parte la pasé como una reina durmiendo con dos frazadas, xq viajaba poca gente, tenia dos asientos para mi y te dan una frazada tipo la de la abuela, nada de mantita de polar... no, FRAZADA peluda, pesada, calentiiitaaa (bus Uyuni-La Paz 80 bolivianos, La Paz-Cusco 110). 

De vuelta en Cusco, fui de nuevo al hostel querido de don Félix. Fui al Museo del Inka, moooooooooooooy bueno (10 soles la entrada), que solo hizo q quiera conocer mas y mas lugares de Perú. Recomiendo que ese museo sea lo primero que se visita en Cusco, para poder hacer un itinerario de los lugares que mas interesen. 
Fui a unas ruinas q se llaman Saqsaywaman (40 soles la entrada), para las q por supuesto hay q caminar muuuy cuesta arriba (todo es cuesta arriba), ese día me compré un sanguche de palta en la calle! De lo mas rico, muucha palta x todos lados (aguacate!), y q salía 1 sol... (1 USD = 2,70 soles aprox). Hay lugares para comer con menúes (sopa+plato+postre+jugo+te) x 5 soles! Es fantástico. 
Después partí a mi travesía de 4 días de caminata hacia Machupicchu... contraté el tour la tarde antes de partir, por 160 usd. El primer día otra vez un descenso en bici, pero mas tranqui: cortito = 2 horas, y por ruta asfaltada. Pero con paisajes muy lindos todo el tiempo. El segundo día fue el mas duro, mucha montaña y el Camino del Inka q es un senderito q x momentos es tan angosto q hay q pasar de a uno y de costado, otra vez abismo y río de fondo. Impresionante!!! Ese día hubo una parada sanadora en unas aguas termales, q nos vinieron geniales para las piernitas, pero cuando salí tardé aproximadamente un minuto y medio en alcanzar el repelente y ya tenia cerca de 168 mosquitos prendidos a mis dulces piernecitas!! Impresionantemente carnívoros!!! Venía de 10, sin una sola picadura, mientras q los gringos estaban todos enronchados... No pude mantener el invicto. Y encima tuve q comprarme un jababe pa q no pique tanto xq era terrible. Ese día seguimos caminando unos 30 minutos mas hasta el siguiente pueblo, de noche, al lado del río, hermoso.



Al otro día uno de los chicos amaneció "descompuesto" y tuve q ir al médico con él (francés q hablaba muy poco inglés vs médica peruana q no entendia nada ni de inglés ni de francés!), pero estuvo todo bien después. Finalmente la noche del 3er día llegamos a Aguas Calientes, el pueblito q está a los pies de Machipicchu, y obviamente vive de él. Dimos unas vueltitas, ahí todo es increíblemente mas caro q en el resto del mundo. Tipo 4 de la mañana arrancamos la caminata hacia Machu, y tipo 5 y pico estaba ya en la entrada a la espera q abrieran la puerta. Eso lleva una dura caminata cuesta arriba, q es casi una escalera de piedras, en las q para subir tenés q levantar mucho una pierna y muy cerca avanzando casi nada! El chiste de hacer semejante esfuerzo a la madrugada radica en dos puntos: 1 es q hay un cupo limitado de 400 personas para subir a Waynapicchu (= montaña jóven, ver fotos...) y 2 es muuuy copado entrar cuando está amaneciendo xq está todo nubladito y nebuloso y se va abriendo y apareciendo la ciudad, mágico. Aqui tal vez podríamos agregar un tercer punto q es: todos lo hacen! Allí donde fueres haz lo q vieres....

Ese día fue sencillamente hermoso. Ahi me separé de mis gringos insoportables (me secó la mente escuchar-pensar-hablar en inglés durante 4 días) y obviamente me fui con el grupo del guía en español. Hay había un par de argentinos de rigor, y la verdad q fue un placer escuchar nuestra tonada, nuestras formas, nuestras bromas, es al pedo... Muy interesante todo el recorrido x la ciudad, aunq no es completo, xq es muy grande el lugar. Estaba total y asquerosamente lleno de turistas de ajuera, cosa q no me gustaba, xq no los quería en mis fotos!! A las 10.30 aprox empezamos a subir al cerro Waynapicchu, otras vez con los gringos de mi grupo original (digo gringos x decir, eran dos australianos, una alemana, una holandesa, el frances, un inglés y un irlandés). Subimos hasta la cima, hermosa vista y durísima subida, y ahí escuché las palabras mágicas... "No BOLUDO! no es por ahi!" eran dos chicos de Olavarria q viajaban por su cuenta y habían llegado ahi haciendo dedo. Estaban ahi arriba con las mochilas al hombro, locos totales! Querían bajar por el Templo de la Luna y la Gran Caverna, así q me prendí con ellos. Grandísimo error! Nos confiamos en lo q nos dijo un lugareño q decía q bajáramos a esos lugares q dsp era continuar bajando hasta volver a la base del cerro... no era tal. 
Los lugares estaban buenos, pero a nosotros se nos había terminado el agua y el regreso era SUBIR DE NUEVO!!! Eramos nosotros tres y cuatro europeos mas haciendo la misma boludes. Nos queríamos morir cada vez q veíamos q la escalerita natural subía sin siquiera verse el final! Sobrevivimos a eso y llegamos al punto de partida. Gracias a Inti encontramos una manguera q nos sirvió para darnos una ducha y pegarle un chupón sin q me importe una mierda q no fuera potable!! No pasó nada! Para este momento ya era el mediodía y mi desayuno había sido un sanguche de queso, un juguito y unas galletitas a las 6 de la mañana. Ahi de verdad q es muuuuuuuy caro (un sanguche pedorro de miga salia como 40 mangos) así q me compré dos litros de agua y la barra de cereales mas cara de mi vida (10 pesos!). En esa pausa me bajé uno de los litros de agua y me puse a charlar con un guía lugareño por supuesto. Me tiró la posta pa subir a Machupicchu, la montaña (=montaña vieja), q yo estaba dudando no tanto por el cansancio sino por el tiempo, porque no quería que se me haga tarde ahi arriba. Así que tomé coraje y ahi me fui. Ahi ya no sube casi nadie, de los 400 q había en el otro cerro anotados, en este yo fui la última que subió y era la nro 44. Otra subida muy dura, pero mucho mas tranquila, la falta de gente se notó, y me gustó más. En la cima hay una bandera (la whipala) que la veía y parecía que no llegaba mas! Muchas mariposas y bichitos locos! Cuando llegué a la cima (hermooosa sensación) habían tres suecos de dsp de todo lo q costó subir, estuvieron 15 minutos y bajaron. Y yo me quedé ahi solita junto a un personaje enviado por el destino. 


Un lugareño que había subido a hacer un ritual de agradecimiento a las montañas!!! Me invitó a hacerlo con él. Consistió en unas oraciones y canciones que decía en quechua y tirábamos hojas de coca al viento (que quedaron volando a la vuelta todo el tiempo q estuve ahi arriba), hicimos unos saludos al sol, el río, las montañas, me explicó que es el centro del mundo y por eso toda la "energía" que hay ahi, se ve hasta la cordillera y los nevados que están a miles de kilómetros y tb la frontera de la selva brasilera. Increible. Hasta llovió un poquito. Me dijo "que bueno que pudiste volver" porque según él mi espíritu ya había estado ahi... muuuy locooo!!!! Muy lindo, fue muy emocionante, y mejor de lo que me podría haber imaginado. Después de eso, totalmente renovada y revitalizada por la energía montañesca, empecé a bajar porque había dejado la campera en el guardarropa y después de todo eso estaba dispuesta a volver en colectivo al pueblo, y para todo eso necesitaba estar abajo antes de las 5 y media de la tarde. 

Volví ultra flasheada de mi experiencia y cansadísima. Asi que fui a comer (almuerzo-merienda-cena) a un lugar que me había recomendado el guía ese con el que estuve hablando, que le dije q iba a necesitar comer mucho y baratito!! A eso le siguió un tren y una combi que me dejaron a las 11 de la noche en Cusco, para armar la mochila, comer una palta que había juntado en el camino, y dormir. Ni me bañé. Horas después estaba ya en el aeropuerto para empezar a golver a mi casita. Fascinante experiencia! Muy feliz de haber conseguido hacerla y que haya salido mejor que en mis planes.

El regreso tuvo como dato de color que recordé sólo parcialmente el pago de la tasa en el aeropuerto de Lima... recordaba que había pagado algo así como 30 y pico de soles... lo que no registré fue que esa tasa en el viaje de ida era para un vuelo local (Lima - Cusco), ahora debía salir del país para regresar al mío lo que conlleva una tasa internacional, y no son 30 y pico de soles, sino de dólares... juntando monedas no llegaba ni cerca, así que tuve que someter mis finanzas a extraer de un cajero automático, en otro país, y en otra moneda... nunca quise saber cuánto me cobró el banco por eso.
Gracias a la versatilidad de los mails, pude coordinar con Lau, que tenía el mismo vuelo que yo y nos chequeamos en la misma fila, así que viajamos juntas compartiendo anécdotas de los días separadas, Nu ya había vuelto dos días antes.

Disfrutamos muchísimo nuestro viaje, en mi caso personal fue una experiencia que abrió todo un nuevo camino en mi vida...