24/1/12

a Cuenca

El bus a Cuenca salió con nosotras 3 y un grupo de 5 argentinos mas que en el camino nos enteramos que eran de La Plata. El viaje duró 8 horas así que para el momento de llegar a destino ya eramos amigos de toda la vida. Intercambiamos datos de hostes y nos separamos en la terminal... nos reencontramos en el bus hacia el centro. Nuestro hostel, "Turistas del Mundo" nos brindaba por 5 USD una habitación para las tres, baño a compartir en el piso, cocina a nuestra disposición, no incluía el desayuno pero si a "Demian", altísimo personaje yanki que nos regaló la mejor de las noches, borracho, hablando inglés y jamás entendiéndonos una palabra, imitaba escenas de rambo, y recargaba su vasito blanco de plástico con un whisky que tenía estratégicamente guardado.

Cuenca es famosa por ser "la ciudad de las Iglesias" hay muuchas y muy lindas. Pero nuestro principal objetivo ahi era alcanzar llegar a las ruinas de Ingapirca. Para eso viajamos algunas horas (4?) para que nos reciba un clima hotil: frío, llovizna y muucha niebla, tanta que no se veian las ruinas! Entramos al parque pagando 3 USD la tarifa estudiantil ya que uno de los chicos mostró el carnet de Estudiantes... del club de fútbol que es socio... Estudiantes de La Plata... y dijo que éramos todos compañeros de la facultad y pasamos. Argento 100%.



Nuestra guía fue Ecma, grosa, con la info precisa de cada lugar y respuesta a cada pregunta, fue un recorrido por la ciudadela y luego nos mostró un par de senderos por dónde nos recomendaba dar vuelta al predio. Allí fuimos, en el barro y con llovizna. Hermoso lugar.
De regreso a Cuenca nos detuvimos en el mercado de Cañar a hacer las compras para la comilona comunitaria de la noche.
El último día en Cuenca fue para la cultura... las chicas se fueron al mediodía porque las apuraba su vuelo de regreso, yo todavía tenía unos días. Con los chicos fuimos al Museo del Banco Central Pumapungo, completísimo y muy interesante: numismática, etnografía, música, biología selvática con una sala que replica ese ecosistema. Por fuera lo rodea un parque con ruinas incaicas y preincas. Muy recomendable y gratarola!
Dejé la bella Cuenca para llegar a mi punto ecuatoriano mas sureño: Vilcabamba...

a Quito, Baños y la Selva



La capital ecuatoriana es simplemente hermosa, bien se podría llamar "Quito, la Linda"! me recordó mucho a Salta, por el estilo colonial mantenido en su centro histórico, y por los personajes que aparecieron en el viaje: dos salteñas con las que seguiría hasta el final mi travesía en este país.
Nos cruzamos ingresando al hostal "Centro del Mundo" donde teníamos habitación compartida por 5.7 USD con desayuno incluído. Las escuché planificando el día siguiente asé que me les colé en los planes.
Recorrimos el centro con la suerte de que en la plaza principal nos enteramos que en minutos nada mas daría comienzo un acto que se realiza todo los lunes al mediodía, el Cambio de Guardia de la Casa Presidencial, con presencia del mismísimo Correa. Ahí nos quedamos, en primera fila, viendo la previa del show, los niños de la primaria como parte del "escenario" y de frente la multitud de "fanáticas", porque este hombre despierta pasiones entre sus seguidores especialmente la parcialidad femenina!





El recorrido céntrico incluyó algunas iglesias y pocos museos ya que los lunes estaban cerrados.
Pusimos en marcha el plan de ir hacia la Mitad del Mundo literal. Dos buses locales mediante, llegamos al complejo "oficial" donde está el monumento obligado de todas las fotos, pero la verdad que deja mucho que desear. Hay varios "mini museos" que estaban cerrados, muchos negocios y poca información. La entrada 2 USD, la llegada desde Quito nos tomó casi una hora.

Teníamos el dato correcto de que a las 17 hs cerraba el complejo "alternativo", Museo Intiñan, que está exactamente al lado de éste, y es el posta, 3 USD la entrada. Llegamos con 45 minutos para recorrerlo por lo que la organización con muy buena predisposición nos organizó una visita guiada extra, porque la última programada ya había comenzado. Ahí si nos enteramos de qué se trataba estar en la línea ecuatorial a merced del efecto Coriolis. Hacen varias pruebas para demostrarlo, buena explicación, muy interesante ambientación del predio, concreto y muy buena onda. Llevar el pasaporte para sello temático!!
La noche quiteña es bastante calma durante la semana, pero el hostel está en "la zona de los hostels" bien equipada de bares y restoranes, con la salvedad que hay q adaptarse a que los lugareños tienen hábito nocturno corto, se cena temprano y lo mas tarde que cierran es a las 2 am...
Al cabo de unos días me separé de mis nuevas compañeras de ruta temporalmente. Yo quería ir a Otavalo y ellas habían ido antes de llegar a Quito. Nos encontraríamos en un par de días en Baños para iniciar la aventura selvática.
Otavalo me atraía por ser la cuna de la artesanía, y sabía que era EL lugar para las compras. el pueblo es bastante pequeño, pero muy lindo. Caminé bastante para conocer algunos rincones, y finalmente me instalé en la plaza artesanal donde dejé varios doblones a cambio de preciosos elementos! La ida hacia baños fue durísima. Tenía el dato de dónde estaba la parada del bus a la vera de la ruta... y ahí lo esperé durante horas! Cuando finalmente estaba acercándose casi no paró y lo tuve que correr unos metros. Me gritaron desde arriba que no podían subir pasajeros en ese punto, era el último del día, así que me hicieron "el favor" de subirme por la puerta del conductor. Mochila muuuy cargada a cuesta, subiendo con toda la dificultad que se imaginen por la puerta del conductor en un colectivo parado en la ruta, no en la banquina... una locura, pensé que me llevaban puesta en cualquier momento. Sobreviví y me acomodé en un asiento, unas vecinas de fila viajaban con un cachorrito, cosa que no estaba permitida, no tuvieron mejor idea que calmarlo con comida que fue rápidamente digerida por el animalito y los choferes y el resto del pasaje comenzó a oler la presencia del can. Se armó un revuelo tal, que el co conductor terminó en 4 limpiando el regalito y el pobre bichito viajando en la bodega ya que sus dueñas se negaban a bajarse antes de su destino para el que aún faltaban un par de horas.
Llegué a Baños como a las 12 de la noche, tardísimo para las costumbres ecuatorianas, pero sabiendo que a esa hora pasa ese servicio por el pueblo varios están ahí para ofrecer alojamiento al turista descolgado que llega a esa hora... en ese caso yo sola!

Decidí hacer oídos sordos a los ofrecimientos y caminar hacia donde me pareció entender que iban a estar las chicas. Encontré lo que fue el mayor lujo en mi estadía en el país (opinión altamente sesgada por el cansancio padre que cargaba), las chicas no estaban ahi, pero no era hora ni yo estaba en condiciones de buscarlas por el resto del pueblo. Una habitación privada con baño 0km, cama de dos plazas, tv pantalla plana con cable. Todo a nuevo. Un lujo, "El Quinde" a tan solo 5USD! Dormí como un bebé!

Al otro día, renovada, salí a ver si las encontraba, y no, por mail tampoco tenía novedad, así que empecé a considerar la posibilidad de seguir viaje sola. Circuitos por los alrrededores del pueblo, altamente recomendable hacerlos en bicicleta, río bravo, alto puente para bungee, aguas termales, cascada, volcán. Baños tiene todo! Hay un paseo nocturno para ver la ciudad y el volcán, pero no lo pude hacer ya que la agencia que había contratado no vendió a nadie mas y nunca me buscaron... obviamente me devolvieron los 4 dolares que me habían cobrado. Con ese precedente no encaré con la mejor de las confianzas la excursión a la selva... había hecho el paquete con la misma agencia! Llegué y no había nadie, antes que me ponga nerviosa llegaron los encargados y me informaron que esperábamos a 12 chilenas para salir... me quería morir muerta cuando por obra milagrosa llegaron dos chicos argentinos a acompañarme! Eran una parejita de cordobeses, muy copados, pero que sólo hacían el camino del primer día, yo seguía con el rebaño de adolescentes chilenas los otros dos días. Me dieron su pésame al despedirnos!
El primer día tenía como atracción principal una reserva ecológica de monos, ahí llegamos varios grupos, todas las agencias tienen mas o menos el mismo recorrido. El resto es camino de montaña con varios miradores. Esa primera noche ya es en el complejo de cabañas de la selva, hermoso lugar, a la vera de un revoltoso río que impone gran respeto! Encima para darle mas emoción se avecinaba una grosera tormenta tropical. En ese mismo complejo habían otros grupos entre los que estaban algunos argentinos con los que pude refugiarme algunos momentos. La noche tenía dos grandes promesas: caminata nocturna por la selva, gran fiasco porque no vimos casi nada de la fauna prometida, y ritual chamánico de la Ayahuasca... gran experiencia que tendrá su propio capítulo.

Al día siguiente muuy agotada de la experiencia comenzó un durísimo día con caminata por la selva, a un hermoso mirador donde se veia el nacimiento mismo del Amazonas. Nuestro guía se perdió en el camino de vuelta, lo que le dió un toque de originalidad a la aventura, aunque algunas de las chilenitas no estaban muy de acuerdo con esto. Seguimos un sendero que nos llevó a una hermosa y helada cascada que brotaba del corazón mismo de la montaña. y de regreso a las cabañas cruzamos el río en una precaria "embarcación" para llegar a una escuela de una comunidad selvática originaria. Si hubiera estado en condiciones físicas volvía nadando, pero se veía muy complicado, la tormenta había dejado el río loco loco.
La realidad es que no le tenía f a la selva y fe lo que mas me gustó, y me la dejó picando para ver el resto del Amazonas!
El regreso a Baños al día siguiente fue, como todo regreso, interminaaaable. Yo creía que iba a poder huir inmediatamente a Cuenca, pero no. Llegamos como a las 5 de la tarde y ya no había trasportes hasta las 7 de la mañana. Me fui a un cyber a despejarme un rato, con todas las ganas de compartir mi experiencia ayahuasqueña con todo el mundo, y para mi sorpresa me encuentro conectadas a las salteñas que había extraviado unos dias antes. Ellas también recién llegaban de la selva, ya habían reservado bus a Cuena en la mañana siguiente y estaban en un hostal a la vuelta del cyber donde yo estaba. Una ganga, "Chorvic" (o algo asi), donde tuve una habitación privada (o mas bien habitáculo, un espacio con una cama, una mesa de luz, un espejo donde aprecié lo que la selva había dejado de mi y una ventana), desayuno e internet... a 3 USD!! Hicimos el intento de ir a las piletas termales en la noche, pero llegamos sobre la hora de cierre... siempre el mal timming con Ecuador. Cenamos, compartimos las experiencias selváticas y a descansar.
Al día siguiente desayuno mediante dejamos atrás la puerta a la Selva, lo que más me gustó de esta aventura transhemisférica.